miércoles, 23 de diciembre de 2015

Relato Ganador del 1er Concurso de Relatos Breves de la Biblioteca Municipal de Cabanillas del Campo.

El viernes pasado (18 de diciembre de 2015) se dio a conocer a los premiados en las diferentes categorías del Primer Concurso de Relatos Breves organizado por la Biblioteca Municipal de Cabanillas del Campo (Guadalajara, España) y, afortunadamente, resulté ganador en la categoría C, correspondiente a adultos.

En este caso las bases no requerían ninguna temática concreta, simplemente que el relato no superase las dos páginas a interlineado simple; yo presenté uno de corte familiar con un almendro como centro.

El relato, titulado Legado, lo podéis junto con mis relatos ganadores en otros concursos y los primeros capítulos de Del rojo lo naranja en mi perfil de Wattpad pinchando abajo:

viernes, 4 de septiembre de 2015

Escenarios en Del rojo lo naranja III, San Roque y entorno Panteón

Para que le pongáis imagen, os presento el tercero de los escenarios de “Del rojo lo naranja” que vamos a ver en el blog, ahora nos movemos al Parque de San Roque, en Guadalajara, y a los cercanos Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y la Fundación San Diego de Alcalá.
Este escenario aparece en el capítulo séptimo de Alejandra, en el que las dudas que se va formando sobre Iván se van confirmando. En este capítulo pasean Iván y ella con las dos niñas por el parque de San Roque y se sientan en un banco a los pies de una estatua tallada en lo que en otro tiempo fue un enorme pino, la estatua representa una pareja abrazada:



Continúan su paseo hasta el estanque de los patos, estanque cruzado por un puente de madera en el que Alejandra le hará una foto a Iván con sus hijas.

Sí, el agua podría estar más limpia

En este capítulo Alejandra nos habla del Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y la Duquesa de Sevillano.




El panteón fue mandado construir por doña María Diega Desmaissières y Sevillano, aristócrata y mecenas española, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano, levantarlo llevó 34 años, entre 1882 y 1916 en honor de su padre y familiares fallecidos años antes para ser enterrados en el mismo. Tanto el Panteón como el resto del conjunto arquitectónico del que ahora hablo, fue diseñado por el arquitecto burgalés D. Ricardo Velázquez Bosco, arquitecto del que ya hemos hablado en este blog, puesto que, ya que estaba por Guadalajara, diseñó también para la condesa el poblado de Villaflores, situado a unos kilómetros de Guadalajara capital en lo alto de La Alcarria y del que mostré su pésimo estado debido a su abandono, pese a que debería llevar rehabilitado ya varios años, si queréis conocer esa otra historia pinchad aquí.


Sobre María Diega podemos decir que 

en 1852 nació María Diega, que heredaría todos los títulos y todas las riquezas de ambas familias. Perdió a su padre muy pronto, pues Diego falleció en Pau en 1855, heredando la influencia de bondad, generosidad y entrega de su tía María Micaela. De ahí que María Diega, que siempre permaneció soltera, se propusiera desde muy joven la realización de una gran fundación que sirviera de acogimiento a pobres y desvalidos, levantando junto a ella un gran mausoleo para enterrar a su padre y a toda su familia con el boato que de su magnificencia cabía esperar. El sentido social de Desmaissières quedó siempre patente, con actividades tendentes a mejorar las condiciones de vida, y enseñanza, de las clases inferiores.
Su más ambicioso proyecto fue la construcción, en los alrededores de la ciudad de Guadalajara, de un gran complejo educativo y de acogida: lo que serían la Escuela‑Modelo y el Asilo, que estaría acompañado de una iglesia conmemorativa de su tía, y de un gran panteón donde fuera enterrado su padre, y que sirviera para acoger los restos de toda su familia, y los suyos propios. Muy joven aún, en 1882, se puso a la tarea, encargando el proyecto al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, quien desarrolló en Guadalajara una idea arquitectónica que le consagró definitivamente como uno de los mejores arquitectos de la historia de nuestro país. En 1888, el Ayuntamiento de Guadalajara, agradecido a su bondad y desvelos por los pobres de la ciudad, la nombró Hija Adoptiva de la misma.

Si queréis saber más sobre este interesante personaje, pinchad en el artículo original.

Si sorprenden las dimensiones exteriores del edificio, más va a sorprender el interior del mismo, y como yo no voy a poder explicar el Panteón tan maravillosamente como lo hacen desde la web de la editorial arriacense Aache, os dejo un pequeño extracto de su artículo y a continuación el enlace para que podáis leerlo completo, merece la pena:

El panteón de la duquesa de Sevillano es un gran edificio de planta de cruz griega, decorado al exterior en estilo románico lombardo, con profusión en el empleo de todos los recursos ornamentales y constructivos de este arte. Se cubre de una gran cúpula hemiesférica con teja cerámica, y se remata en enorme corona ducal…
…La apariencia externa de este grandioso templo es de pertenecer al estilo románico lombardo. Tanto la puerta, como las ventanas, y especialmente los detalles de la cornisa, con sus modillones unidos por arcos conteniendo metopas, nos evocan con fuerza ese estilo centroeuropeo…
…Pero donde la belleza del edificio se acentúa es en su interior. Es el espacio arquitectónico perfecto, ámbito religioso y sorpresa permanente a un tiempo. La impresión que causa es la de estar en un lugar religioso de influjo bizantino. Se consigue a base de utilizar con profusión los mármoles en suelos y paredes, y los mosaicos multicolores en bóvedas, pechinas y arcos. El espacio, de gran altura, se ilumina apenas por la puerta de entrada y las ventanas de los laterales, pero sobre todo por la gran luminosidad que se derrama al interior desde la cúpula, forrada de miles de pequeñas teselas que conforman una superficie abovedada en forma de media esfera, en la que se ven representados, apoyados sobre un friso horizontal, un grupo en el que la Santísima Trinidad corona a María Virgen, al tiempo que una pareja de ángeles turiferarios se arrodillan al lado del grupo, y un conjunto de cinco grandes arcángeles, que portan instrumentos musicales y elementos sacramentales, cantan alabanzas frente al grupo…

Artículo completo sobre el panteón.

Y para que podáis ver que el artículo no exagera, os dejo unas fotos del interior del Panteón, fotos que no son mías, puesto que, al menos cuando yo he ido, estaba prohibido hacerlas; en internet circulan algunas como estas, cuya fuente no tengo clara, pero que son de alguien que tuve suerte de poder hacerlas:





Como habéis podido observar, el suelo tiene unas partes de vidrio, debajo se encuentra la cripta con el enterramiento de la Condesa y de su familia






Pero no solo ordenó construir la condesa el Panteón, también levantó la fundación San Diego de Alcalá: Escuela-Modelo y Asilo que darían forma a un gran complejo educativo y de acogida. Este complejo es en la actualidad el colegio de la Congregación de Religiosas Adoratrices.


Esta fachada quizá os suene ya que recientemente se ha podido ver en la serie de televisión de TeleCinco “Hermanos”, rodada en gran parte en Guadalajara, y donde simulaba ser la universidad a la que acudía uno de los hermanos.
El interior tiene un patio bastante bonito el cual, sospecho, no se puede visitar


Fotos de la página del colegio Adoratrices

Por último, también se levantó la Iglesia de Santa María Micaela, dedicada a su tía; cuenta con una sola nave en tres niveles y predomina el estilo mudéjar en la decoración de yeso y en el artesonado. La pieza de mayor impacto es el gran arco del coro, que combina un repertorio de diversa procedencia, renacentista, islámica y mudéjar.






Mucha gente que viene a Guadalajara se pierde este conjunto porque está algo apartado del centro; en realidad no más de 10 minutos caminando desde la Plaza de Santo Domingo, además guiado por una serie de parques, como son el de la Concordia, el de San Roque y el de la Fuente de la Niña, que harán el camino muy agradable, por lo que os recomiendo totalmente esta visita, ¡ah!, no se me olvida… los horarios… para que no os quedéis con las ganas y os tengáis que volver sin poder entrar al Panteón como aquellos turistas a los que Alejandra indica el camino, son estos:





Espero que os haga gustado este paseo, habrá más, ¡saludos!

miércoles, 24 de junio de 2015

Sobre la estación AVE Guadalajara-Yebes y las lanzaderas.

Hace un par de días que se ha publicado una noticia sobre la estación de Alta Velocidad de Guadalajara-Yebes a tenor de la pregunta que en el Congreso de los Diputados hizo el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, sobre por qué no se ha implantado en esta estación el servicio de lanzaderas AVANT:

"¿Qué piensa el Gobierno sobre la situación de la ciudad de Guadalajara sin servicio Avant o Lanzadera, cuando las ventajas socio-económicas son evidentes para Guadalajara y su provincia?"

El gobierno responde que:
“existen 136 servicios de Cercanías por vía convencional (teniendo en cuenta ambos sentidos) entre Guadalajara y Madrid, con un horario de 5.00 a 23.30 horas y una frecuencia de doce minutos en hora punta. Además, una docena de los viajes son servicios Civis, "con menos paradas" y un menor tiempo de desplazamiento.
A eso se suman los seis servicios de media distancia convencional, con un tiempo de recorrido algo menor, de entre 35 y 45 minutos. Con esta oferta, Fomento entiende que se tienen "suficientes servicios" para atender la demanda existente de transporte de Guadalajara hasta la capital, teniendo en cuenta que existen asimismo diez servicios de AVE por sentido, con unos tiempos inferiores a la media hora.



Lo que el gobierno olvida contar es que existen 14 paradas entre Guadalajara y Atocha con una duración prevista de viaje de entre 56 y 59 minutos; si lo que queremos es ir a Chamartín, pasamos a tener que soportar 17 paradas y una duración prevista de entre una hora y once minutos a una hora y trece minutos. No olvidemos que la nueva estación de El Soto en Torrejón de Ardoz hará que, en pocas fechas, tengamos 15 estaciones entre Guadalajara y Atocha y 18 entre Guadalajara y Chamartín, aumentando el tiempo de viaje, a ojo, en dos o tres minutos más. Por otro lado, a nadie se le escapa que estos tiempos de trayecto son pura ficción; quien haya utilizado frecuentemente Cercanías sabe que la puntualidad es inexistente. Quizá el trayecto más fiel sea el de Guadalajara a Atocha, pero no el de Guadalajara a Chamartín y, por supuesto, nunca los de vuelta, cuando siempre hay algún motivo por el que pararse a la altura del barrio de los Manantiales durante unos cinco minutos.
Si nos vamos a los Civis, el servicio no mejora. El viaje dura unos supuestos 40 minutos en sentido Chamartín y entre 45 y 48 en sentido Guadalajara. En mis años de uso, que fueron muchos, no creo que se respetasen los tiempos ni un 10% de las veces. Pero no solo son los tiempos, vamos más allá: servicios que cambian de andén de salida en Chamartín un minuto antes de la hora de salida un día sí y otro también; servicios que se suprimen con los usuarios habituales esperando ya hace rato en el andén; servicios que se eliminan meses completos en verano, o semana santa, navidad e incluso puentes, porque, según Renfe, los trabajadores tienen aproximadamente tres meses de vacaciones al año; servicios que se cancelan por cualquier motivo, por peregrino que sea; e incluso olvidos de los maquinistas de las estaciones en las que deben parar (he llegado a ver cómo se olvidaban de parar en una estación y volver marcha atrás o cómo paraban en otra en la que no debían hacerlo); Civis que, en Alcalá, alcanzan a un servicio normal y, en vez de adelantarlo, esperan a que este tren salga, con lo cual debe seguir detrás de él con la consecuente espera a que el otro tren haga todas las paradas puesto que desde Alcalá solo hay doble vía y no se puede adelantar; o hacer el viaje con trenes de una sola planta que se quedan pequeños donde no caben todos los usuarios en vez de los S-450 y 451 de dos plantas, y etc, etc, etc; y no crean que estoy exagerando: vayan, vayan a twitter y en el buscador tecleen simplemente “civis Guadalajara”, verán la de aventuras que cuentan los usuarios de Civis, incluso existen varios perfiles que recopilan y denuncian estos problemas en el servicio: https://twitter.com/civisguada o https://twitter.com/civisalcala
Respecto a los servicios de Media Distancia, se refieren a los trenes que van a Arcos de Jalón, este no lo he utilizado nunca hacia Madrid, pero por ahí podréis encontrar también quejas.
¿Con esto quiero buscar excusas que me lleven a decir que el AVANT entre Guadalajara y Madrid debe sustituir a los Cercanías, Civis o MD? Por supuesto que no, nunca, lo que quiero decir es que las razones que dan desde el gobierno para no implantarlo simplemente no sirven puesto que son servicios que no funcionan correctamente. El servicio de Cercanías es el que, con muchísima diferencia, más usuarios tiene y debería recibir mayor y mejor atención por parte de las administraciones.
Volvamos al tema del artículo: las lanzaderas entre Guadalajara y Madrid; no creo que esta nueva negativa a implantar el servicio haya sorprendido a nadie, ni a unos ni a otros, sobre todo porque cuando los unos lo reclamaban (siempre desde fuera del gobierno) los otros lo negaban, hasta que, elecciones mediante, los unos se convertían en los otros y los otros en los unos, y los que antes reclamaban, después negaban, y los que antes negaban, después reclamaban, ese es el nivel. Solo desde el grupo político local de Yebes, 40 Compromisos, (e incluso desde antes de convertirse en grupo político), la postura ha sido siempre la misma: la necesidad de implantar esas lanzaderas partiendo de la base de que quienes compraron una vivienda en Valdeluz, puede que lo hicieran con la idea de que allí habría lanzaderas a Madrid, no por nada, simplemente porque así se lo vendieron.
No conozco la disponibilidad de trenes en Adif, pero suponiendo que sí los hubiese, no parece muy lógico que la única política sea la de negar por negar un servicio. Las vías están hechas y la estación también, si los trenes se tienen, ¿tan complicado sería implantar el servicio a modo de prueba durante unos meses? Los servicios puntuales o estacionales se crean y desparecen continuamente, bien porque no encuentran viajeros, bien porque dependen de temporadas de vacaciones, etc, ¿por qué no darle la oportunidad a este servicio igual que se ha hecho en otras zonas? O ¿por qué no probar nuevos servicios AVANT más extensos con Madrid como nodo principal, como un Valladolid-Segovia-Madrid-Guadalajara cuando el nuevo túnel entre Atocha y Chamartín esté acabado, (va con retraso), o un Toledo-Madrid-Guadalajara (si el salto de vías lo permite en Atocha y no importa el cambio de sentido de circulación a los viajeros)?. Pero pongamos que no, que no hay manera, que no se quiere movilizar trenes, que no se quiere tener pendientes más maquinistas, que no se quiere, incluso, tener que estar a mantener un andén más en la estación de Guadalajara, entonces ¿por qué no aplicar un poco de imaginación?, ¿por qué no mostrar un mínimo de voluntad para resolver un problema? Ahora mismo existen 9 trenes diarios entre AVE y Alvia que unen Guadalajara con Madrid desde las 8:13 de la mañana a las 22:43 de la noche ida, y las 7:30 y 21:30 vuelta (los horarios AVE cambian continuamente, antes no había trenes que te dejaran pronto en Barcelona, ahora no tienes ningún tren para volver a Guadalajara desde Barcelona de medio día hasta la noche). Ahora mismo, si utilizáramos la tarifa mesa (aquella en la que tienes que comprar los 4 billetes de los asientos con mesa) podrías estar en Atocha en 25 minutos por 6,90€ (recordemos que el billete normal de Cercanías cuesta 5,50€, que cada uno eche cuentas si le renta pagar 1,40€ más y tardar 34 minutos menos), 25 minutos teóricos, en AVE siempre suele ser alguno menos. Lo difícil es dar con otras tres personas que tengan la necesidad de viajar también contigo, pero esto no debería ser un problema si, como se reclama, los usuarios principales son aquellos que harían viajes diarios por motivos laborales, al final siempre encontrarías a alguien con quien ponerte de acuerdo, y si no, simplemente es cuestión de conocer el servicio que ofrecen varias páginas y aplicaciones existentes que gestionan, a modo de un Bla Bla Car ferroviario, encontrar compañeros de viaje con los que utilizar esa tarifa mesa.
En 2013 se suprimió el servicio AVANT entre Calatayud y Zaragoza y se aumentó el de AVE, manteniendo, eso sí, los precios que tenía el servicio AVANT, ¿por qué no utilizar esas 9 frecuencias entre Guadalajara y Madrid que ya existen para hacer una prueba de ocupación del servicio con los precios y abonos propios de un AVANT? Se daría un servicio similar al de las lanzaderas pero a coste 0 para la operadora. ¿Cuál es la ocupación media de los trenes entre Barcelona y Madrid que paran en Guadalajara? Dudo mucho que vayan siempre al 100% (a Renfe le podría suponer un problema que se ocupase un número importante de asientos para este pequeño trayecto que no permitiesen a otros usuarios ocupar el tren durante todo el recorrido que, sobre todo, pagarían un billete más caro), pero para eso ya están los servicios directos entre las dos grandes ciudades, por tanto, ¿no serían estos posibles usuarios un buen complemento para mejorar, aunque sea mínimamente, las cuentas de esta línea? (deficitaria, como todas las líneas de Alta Velocidad) ¿por qué renunciar a estos potenciales usuarios?
Incluso podemos ir a más: hace ya algunos años desde Renfe se puso en marcha una encuesta en la que se preguntaba un buen número de cuestiones sobre el uso de sus líneas AVE y también sobre varias propuestas, dentro de ellas, había una que me llamó la atención porque creo que sería útil para el caso que nos ocupa: se planteaba la opción de viajar de pie por un precio menor. A mí, que he viajado mucho en Cercanías, que he tenido que hacer trayectos de hasta hora y cuarto de pie, que me digan que voy a estar en Atocha en 25 minutos a un precio razonable, aunque sea yendo de pie, no me parece mala idea. De aquella propuesta nada más se supo.
Son propuestas que se pueden implantar, que no supondrían más costes y que darían el servicio que se reclama, que se supone que es de lo que se trata; algo mal se estará haciendo cuando el servicio de Alta Velocidad español es el segundo con más kilómetros del mundo, y, sin embargo, el que menos se utiliza.
No obstante, los problemas de la estación de Alta Velocidad de Guadalajara van mucho más allá de las lanzaderas. Desde su nacimiento la cosa vino torcida; es conocida la historia que cuenta que la estación de Guadalajara fue a caer donde ha caído debido a que la familia de Esperanza Aguirre tenía allí terrenos, aunque dicho asunto sea, según cuentan otros, desmentible, y expliquen que el itinerario de la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona por el alto de la Alcarria y no por la vega del Henares viene del último gobierno de Felipe González, y no de uno del PP.
Esta cuestión, asociada al pelotazo urbanístico de Ciudad Valdeluz y a la distancia que separa la estación de la ciudad, ha generado una actitud de desapego en la ciudad hacia la estación y hacia el propio servicio. Que la estación esté a unos 8,5 km del centro de Guadalajara no es la mejor localización, eso es indudable, y que la falta de lanzaderas ha aumentado su pérdida de atractivo, también; pero me pregunto si en Tarragona la gente ha dado la espalda a su AVE por tener la estación a más de 12 kilómetros, o en Reus han decidido negar su existencia por tenerla a más de 18. No hay que olvidar que Segovia o Cuenca la tienen también a 5 kilómetros del centro de su ciudad o que estas cuestiones de distancia, en el fondo, son relativas, no son pocos los habitantes de Madrid capital que tienen Puerta de Atocha a más distancia que los arriacenses Guadalajara-Yebes. De todas maneras,  incluso la propia localización dentro de su entorno, a mi modo de ver, no es la mejor, es una pena que no se aprovechase la oportunidad de, al menos, haber integrado la estación en lo que iba a ser Ciudad Valdeluz, haber logrado una estación urbana, permitir que, por lo menos, los habitantes de Ciudad Valdeluz pudieran acudir a la estación a pie y que hubiera facilitado que el transporte público entre Valdeluz y Guadalajara pudiera pasar por la estación sin grandes desvíos.
Una vez aceptamos (no queda otra) que la estación está donde está, lo que hay que plantearse es si queremos que muera sin más, o, por el contrario, queremos aprovecharla. No es difícil encontrar quien te justifique que a Guadalajara “no se debería haber traído el AVE”, pero es que a Guadalajara no se trajo el AVE, el AVE pasaba por aquí, lo absurdo habría sido construir una línea de Alta Velocidad exclusivamente para Guadalajara, pero no ha sido el caso, lo de construir líneas de AVE exclusivas para pequeñas ciudades se ha hecho, sí, pero en otros lugares. Aquí se aprovechó que Guadalajara tuvo la suerte o la desgracia de caer entre Madrid, Zaragoza y Barcelona, para hacer una pequeña estación en una línea que iba a estar ahí de todas maneras, una estación que costó entre 6 y 10 millones de euros (estoy hablando de memoria); simplemente por comparar podemos apuntar que la estación propuesta inicialmente para Ourense, ciudad de poco más de 100.000 habitantes, capital de una provincia de 335.000 habitantes y con una dinámica poblacional regresiva, tenía un presupuesto de 67 millones, que cada uno saque sus conclusiones. Lo de Guadalajara, por mucho que se empeñen en artículos y programas de televisión, no fue un derroche por construir la estación, lo es, en todo caso, por haberlo hecho y no darle un servicio real.
Pero mientras que en otras ciudades las autoridades y la prensa local celebran nuevos destinos y dan cuenta de nuevos horarios, en Guadalajara esa información es inexistente, ¿quién supo que en el verano de 2013 se podía ir en AVE sin cambiar de tren a Alicante desde Guadalajara? ¿Quién sabe que, mañana mismo, puedes ir a Córdoba o Sevilla sin cambiar de tren desde Guadalajara y estar en la capital andaluza en 3 horas y 22 minutos? Hoy en día hay quien duda que se pueda ir a Barcelona desde Guadalajara. ¿Alguien se preocupa en el Ayuntamiento de Guadalajara de promocionar e informar de estos servicios? No basta con acudir a congresos de Ciudades AVE, si ni siquiera la ciudad pertenece a la Red de Ciudades AVE ni participa de Avexperiencie, una iniciativa para promocionar las ciudades con estación de Alta Velocidad, donde sí están, por ejemplo, Calatayud o Villanueva de Córdoba, e incluso Talavera de la Reina o Alcázar de San Juan.
La estación del AVE de Guadalajara necesita que se apueste por ella, necesita que se sepa que existe; medidas tan sencillas como una correcta señalización en la A-2, donde en la señalética de la salida del km 55, además de aparecer la información del Hospital, de Sacedón o de Cuenca, debe aparecer la de la Estación LAV. Los horarios y destinos deberían aparecer actualizados en la web del Ayuntamiento (con la web de Renfe creo que todo el mundo ha tirado la toalla). Se debe volver a tener una línea de autobús que comunique Guadalajara con la estación, (Cospedal la eliminó a principios de legislatura, dijo que se estudiaría una opción mejor, pero el servicio nunca se recuperó ni de esta ni de ninguna otra manera). ¿Podría existir una línea con recorrido Horche-Valdeluz-Estación AVE-Guadalajara? Si este servicio no convence, ¿por qué no buscar otras alternativas? La inacción no va a llevar a nada y la falta de un medio de transporte público que conecte la estación con la ciudad a la que se supone da servicio es, sin duda, el principal hándicap que tiene.
La estación de Alta Velocidad de Guadalajara debería ser la estación de Alta Velocidad del Corredor del Henares ya que podría, perfectamente, sumar a los 250.000 potenciales usuarios de la provincia, los otros 250.000 habitantes de la comarca de Alcalá de Henares, donde una estación que te ofrece aparcamiento gratuito y que no te obliga a desandar el camino hecho, podría ser la primera opción frente a Puerta de Atocha si donde se quiere ir es hacia Barcelona (me consta que hay complutenses que son usuarios de Guadalajara-Yebes). Y no olvidemos que la manera de adaptar un servicio como la alta velocidad al tamaño de una ciudad es a través de la frecuencia, no eliminando directamente el servicio.

Evidentemente, nuestra estación nunca va a ser una Atocha o una Sants, ni a nadie se le debería pasar por la cabeza que solo así merecería la pena, pero podría, en definitiva, tener un número de usuarios aceptable y responder a la inversión hecha a poco que las administraciones así lo quisieran, de momento parece que, simplemente, no quieren.

martes, 21 de abril de 2015

Escenarios en Del rojo lo naranja II, la Plaza de los Caídos

Aquí llega la segunda entrada sobre los escenarios de Del rojo lo naranja; nos vamos al principio de la historia de Alejandra y, también al principio de la historia de Paula; las dos, en su primer capítulo, pasan por la Plaza de los Caídos en Guadalajara, aunque es Paula la que hace un repaso a lo que esta plaza fue y a todo lo que perdió.
No pretendo hacer un texto con grandes explicaciones de los edificios y de su historia, más bien un reportaje fotográfico aunque, eso sí, dejaré enlaces donde explican la historia de cada uno de ellos de manera más completa, por si tenéis interés en ello.

Alejandra se dirige a la Estación de Autobuses de Guadalajara, localizada en el cruce de las calles Avenida del Ejército y Dos de Mayo, dispuesta a pasar una noche de fiesta en Madrid con una antigua compañera de la universidad. En ese pequeño viaje conocerá al tercer protagonista de la novela: Iván; pero antes se detiene frente al Palacio del Infantado puesto que le molesta el calzado. Este palacio es, sin duda, el emblema de la ciudad de Guadalajara, su edificio más conocido.



El Palacio, mandado edificar por Íñigo López de Mendoza y Luna, segundo duque del Infantado, se terminó de construir a finales del siglo XV. Es de estilo gótico isabelino con elementos renacentistas.
En su larga historia ha visto la boda de Felipe II con Isabel de Valois, la muerte de Mariana de Neoburgo, la viuda de Carlos II; o el encuentro de Felipe V con Isabel de Farnesio con motivo de sus bodas por poderes.
La fachada no siempre fue tal y como se ve hoy, sufrió varios cambios, como muestran las siguientes fotos antiguas.


Tal y como cuenta Paula, el palacio sufrió las consecuencias del bombardeo sobre la ciudad el 6 de diciembre de 1936 en el que que 23 aviones del bando sublevado arrojaron 200 bombas incendiarias y 40 explosivas que causaron 18 víctimas mortales, además de numerosos destrozos materiales.





El bombardeo se llevó los magníficos artesonados mudéjares que vestían varias de las salas del Palacio, de ellos nos quedan algunas imágenes:






También desaparecieron un buen número de los frescos que adornaban los techos y paredes del palacio, aunque en este caso, se salvaron varios, pintados por Rómulo Cincinato, y se pueden disfrutar en lo que hoy las salas del Museo Provincial y donde también podréis pasar buenos ratos en el Maratón de Cuentos que se celebra todos los meses de junio en el palacio.




Uno de los elementos más característicos del Palacio es el Patio de Los Leones, compuesto de dos galerías adornadas con leones y grifos.


Paula se dirige a comenzar sus clases en la Escuela de Magisterio de Guadalajara cuando conoce a Iván que, desde Madrid, viene a la escuela para empezar también su diplomatura. La Escuela hoy en día está adscrita a la Universidad de Alcalá de Henares.



Paula e Iván hablan junto a la Iglesia de Los Remedios, mandada construir por Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca, a finales del siglo XVI. Actualmente es aula magna de la UAH en su campus de Guadalajara.


En este paseo por la plaza de los Caídos, llega el momento de pasar de los edificios todavía en pie a los que solo mantienen algunos de sus ladrillos y piedras donde siempre estuvieron; me refiero al Real Alcázar.


Fachada del Alcázar que da al barranco del alamín


El edificio fue una fortificación de andalusí del siglo IX. A lo largo de su historia ha sido Palacio Real, Fábrica de Sarguetas (como ampliación de la Real Fábrica de Paños localizada frente al Palacio del Infantado), cuartel militar, Colegio de Huérfanos de la Guerra y el Batallón de Aeroestación hasta ser completamente destruido en el bombardeo del 6 de diciembre de 1936. 
Se han llevado a cabo varias campañas de excavacionesar queológicas y tratado de poner en marcha un itinerario para visitar los restos. No obstante, este lleva cerrado años dejando que avance su deterioro.



Y de los edificios de los que queda poco pasamos a aquellos de los que ya no quedan nada, como es el edificio de la Academia Militar de Ingenieros, institución de formación militar que estuvo en Guadalajara desde 1833 hasta 1932, cuando se trasladó a Segovia, ocupando parte del espacio donde estuvo en su momento la Real Fábrica de Paños (que se instauró en la ciudad a principios del siglo XVIII). El principal edificio de la academia era el Palacio de los Montesclaros hasta que en 1924 se quemó, destruyéndose gran parte del mismo y una importante colección de modelos, documentos, libros y obras de arte. Miguel Primo de Rivera y Alfonso XIII acudieron a la ciudad para ver de primera mano lo sucedido. El rey prometió al alcalde que se construiría un edificio nuevo, cosa que nunca ocurrió.

Fotografía tomada durante el incendio que destruyó el edificio.









A lo largo de su historia, la sede de la Academia sufrió varias reformas, teniendo cuando se quemó la fachada proyectada por Ramón Valcárcel en 1905.



La Academia de Ingenieros ocupaba el espacio entre la actual Plaza de los Caídos y el barranco del Coquín, en la siguiente foto podemos ver parte de las fortificaciones que daban al barranco.




Otro edificio que estuvo presente en este entorno, pero que no mencionan ni Paula ni Alejandra, fue la antigua iglesia de Santiago, de estilo mudéjar, conectada con el Palacio del Infantado para que los Duques tuvieran un acceso directo y privado a la misma.


Después del paseo, podemos hacernos una idea general de cómo fue la plaza gracias a varias fotos aéreas, así como de la evolución, siempre a peor, de la misma.
La primera de las fotos cuenta todavía con la mayor parte de sus edificios en pie, exceptuando la Iglesia de Santiago, de la que se aprecian los restos.



La segunda foto nos presenta la plaza después del incendio de la Academia de Ingenieros, como se puede observar, la fachada de la academia resistió, incluso su característica torreta, pero aún así se decidió derribarla.
También podemos ver que donde hoy se localiza la Avenida del Ejército y la entrada al túnel de Aguas Vivas, había antes un edificio, parte de la antigua Real Fábrica de Paños y posterior Academia de Ingenieros.


A mi modo de ver, estas dos fotos nos dan prueba del magnífico patrimonio que ha perdido la ciudad en esta zona y de la preciosa plaza que podríamos disfrutar cargada de numerosos edificios históricos.
En la siguiente foto podemos ver una imagen de la situación actual de la plaza y darnos cuenta de que, en cuanto a patrimonio, en Guadalajara cualquier tiempo pasado fue mejor.


No obstante, pese a todas estas pérdidas, Guadalajara sigue ofreciendo al visitante un buen número de edificios dignos de ser visitados, pudiendo pasar un día magnífico.

Espero que, aunque nos deje un sabor amargo, os haya gustado este repaso de uno de los escenarios de Del rojo lo naranja.