Para que le pongáis imagen, os presento el tercero de los escenarios
de “Del rojo lo naranja” que vamos a ver en el blog, ahora nos movemos al
Parque de San Roque, en Guadalajara, y a los cercanos Panteón de la Condesa de
la Vega del Pozo y la Fundación San Diego de Alcalá.
Este escenario aparece en el capítulo séptimo de Alejandra,
en el que las dudas que se va formando sobre Iván se van confirmando. En este
capítulo pasean Iván y ella con las dos niñas por el parque de San Roque y se
sientan en un banco a los pies de una estatua tallada en lo que en otro tiempo
fue un enorme pino, la estatua representa una pareja abrazada:
Continúan su paseo hasta el estanque de los patos, estanque
cruzado por un puente de madera en el que Alejandra le hará una foto a Iván con
sus hijas.
Sí, el agua podría estar más limpia
En este capítulo Alejandra nos habla del Panteón de la
Condesa de la Vega del Pozo y la Duquesa de Sevillano.
El panteón fue mandado construir por doña María Diega
Desmaissières y Sevillano, aristócrata y mecenas española, condesa de la Vega
del Pozo y duquesa de Sevillano, levantarlo llevó 34 años, entre 1882 y 1916 en
honor de su padre y familiares fallecidos años antes para ser enterrados en el
mismo. Tanto el Panteón como el resto del conjunto arquitectónico del que ahora
hablo, fue diseñado por el arquitecto burgalés D. Ricardo Velázquez Bosco,
arquitecto del que ya hemos hablado en este blog, puesto que, ya que estaba por
Guadalajara, diseñó también para la condesa el poblado de Villaflores,
situado a unos kilómetros de Guadalajara capital en lo alto de La Alcarria y
del que mostré su pésimo estado debido a su abandono, pese a que debería llevar
rehabilitado ya varios años, si queréis conocer esa otra historia pinchad aquí.
Sobre María Diega podemos decir que
“en 1852 nació María Diega, que heredaría todos los títulos y todas las riquezas de ambas familias. Perdió a su padre muy pronto, pues Diego falleció en Pau en 1855, heredando la influencia de bondad, generosidad y entrega de su tía María Micaela. De ahí que María Diega, que siempre permaneció soltera, se propusiera desde muy joven la realización de una gran fundación que sirviera de acogimiento a pobres y desvalidos, levantando junto a ella un gran mausoleo para enterrar a su padre y a toda su familia con el boato que de su magnificencia cabía esperar. El sentido social de Desmaissières quedó siempre patente, con actividades tendentes a mejorar las condiciones de vida, y enseñanza, de las clases inferiores.
“en 1852 nació María Diega, que heredaría todos los títulos y todas las riquezas de ambas familias. Perdió a su padre muy pronto, pues Diego falleció en Pau en 1855, heredando la influencia de bondad, generosidad y entrega de su tía María Micaela. De ahí que María Diega, que siempre permaneció soltera, se propusiera desde muy joven la realización de una gran fundación que sirviera de acogimiento a pobres y desvalidos, levantando junto a ella un gran mausoleo para enterrar a su padre y a toda su familia con el boato que de su magnificencia cabía esperar. El sentido social de Desmaissières quedó siempre patente, con actividades tendentes a mejorar las condiciones de vida, y enseñanza, de las clases inferiores.
Su más ambicioso proyecto fue la construcción, en los
alrededores de la ciudad de Guadalajara, de un gran complejo educativo y de
acogida: lo que serían la Escuela‑Modelo y el Asilo, que estaría acompañado de
una iglesia conmemorativa de su tía, y de un gran panteón donde
fuera enterrado su padre, y que sirviera para acoger los restos de toda su
familia, y los suyos propios. Muy joven aún, en 1882, se puso a la tarea,
encargando el proyecto al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, quien desarrolló
en Guadalajara una idea arquitectónica que le consagró definitivamente como uno
de los mejores arquitectos de la historia de nuestro país. En 1888, el
Ayuntamiento de Guadalajara, agradecido a su bondad y desvelos por los pobres
de la ciudad, la nombró Hija Adoptiva de la misma.”
Si queréis saber más sobre este interesante personaje,
pinchad en el artículo original.
Si sorprenden las dimensiones exteriores del edificio, más
va a sorprender el interior del mismo, y como yo no voy a poder explicar el
Panteón tan maravillosamente como lo hacen desde la web de la editorial
arriacense Aache, os dejo un pequeño extracto de su artículo y a continuación el
enlace para que podáis leerlo completo, merece la pena:
“El panteón de la duquesa de Sevillano es un gran edificio
de planta de cruz griega, decorado al exterior en estilo románico lombardo, con
profusión en el empleo de todos los recursos ornamentales y constructivos de
este arte. Se cubre de una gran cúpula hemiesférica con teja cerámica, y se
remata en enorme corona ducal…
…La apariencia externa de este grandioso templo es de
pertenecer al estilo románico lombardo. Tanto la puerta, como las ventanas, y
especialmente los detalles de la cornisa, con sus modillones unidos por arcos
conteniendo metopas, nos evocan con fuerza ese estilo centroeuropeo…
…Pero donde la belleza del edificio se acentúa es en su
interior. Es el espacio arquitectónico perfecto, ámbito religioso y sorpresa
permanente a un tiempo. La impresión que causa es la de estar en un lugar
religioso de influjo bizantino. Se consigue a base de utilizar con profusión
los mármoles en suelos y paredes, y los mosaicos multicolores en bóvedas, pechinas
y arcos. El espacio, de gran altura, se ilumina apenas por la puerta de entrada
y las ventanas de los laterales, pero sobre todo por la gran luminosidad que se
derrama al interior desde la cúpula, forrada de miles de pequeñas teselas que
conforman una superficie abovedada en forma de media esfera, en la que se ven
representados, apoyados sobre un friso horizontal, un grupo en el que la
Santísima Trinidad corona a María Virgen, al tiempo que una pareja de ángeles
turiferarios se arrodillan al lado del grupo, y un conjunto de cinco grandes
arcángeles, que portan instrumentos musicales y elementos sacramentales, cantan
alabanzas frente al grupo…”
Artículo completo sobre el panteón.
Y para que podáis ver que el artículo no exagera, os dejo
unas fotos del interior del Panteón, fotos que no son mías, puesto que, al
menos cuando yo he ido, estaba prohibido hacerlas; en internet circulan algunas
como estas, cuya fuente no tengo clara, pero que son de alguien que tuve suerte
de poder hacerlas:
Como habéis podido observar, el suelo tiene unas partes de vidrio,
debajo se encuentra la cripta con el enterramiento de la Condesa y de su
familia
Pero no solo ordenó construir la condesa el Panteón, también
levantó la fundación San Diego de Alcalá: Escuela-Modelo y Asilo que darían
forma a un gran complejo educativo y de acogida. Este complejo es en la
actualidad el colegio de la Congregación de Religiosas Adoratrices.
Esta fachada quizá os suene ya que recientemente se ha
podido ver en la serie de televisión de TeleCinco “Hermanos”, rodada en gran
parte en Guadalajara, y donde simulaba ser la universidad a la que acudía uno
de los hermanos.
El interior tiene un patio bastante bonito el cual,
sospecho, no se puede visitar
Por último, también se levantó la Iglesia de Santa María
Micaela, dedicada a su tía; cuenta con una sola nave en tres niveles y predomina
el estilo mudéjar en la decoración de yeso y en el artesonado. La pieza de
mayor impacto es el gran arco del coro, que combina un repertorio de diversa
procedencia, renacentista, islámica y mudéjar.
Mucha gente que viene a Guadalajara se pierde este conjunto
porque está algo apartado del centro; en realidad no más de 10 minutos
caminando desde la Plaza de Santo Domingo, además guiado por una serie de
parques, como son el de la Concordia, el de San Roque y el de la Fuente de la
Niña, que harán el camino muy agradable, por lo que os recomiendo totalmente
esta visita, ¡ah!, no se me olvida… los horarios… para que no os quedéis con
las ganas y os tengáis que volver sin poder entrar al Panteón como aquellos
turistas a los que Alejandra indica el camino, son estos:
Espero que os haga gustado este paseo, habrá más, ¡saludos!