Hace un par de días que se ha publicado
una noticia sobre la estación de Alta Velocidad de Guadalajara-Yebes a tenor de
la pregunta que en el Congreso de los Diputados hizo el portavoz adjunto de UPyD,
Carlos Martínez Gorriarán, sobre por qué no se ha implantado en esta estación el
servicio de lanzaderas AVANT:
"¿Qué piensa el Gobierno sobre la
situación de la ciudad de Guadalajara sin servicio Avant o Lanzadera, cuando
las ventajas socio-económicas son evidentes para Guadalajara y su
provincia?"
El gobierno responde que:
“existen 136 servicios de Cercanías por
vía convencional (teniendo en cuenta ambos sentidos) entre Guadalajara y
Madrid, con un horario de 5.00 a 23.30 horas y una frecuencia de doce minutos
en hora punta. Además, una docena de los viajes son servicios Civis, "con
menos paradas" y un menor tiempo de desplazamiento.
A eso se suman los seis servicios de media
distancia convencional, con un tiempo de recorrido algo menor, de entre 35 y 45
minutos. Con esta oferta, Fomento entiende que se tienen "suficientes servicios"
para atender la demanda existente de transporte de Guadalajara hasta la
capital, teniendo en cuenta que existen asimismo diez servicios de AVE por
sentido, con unos tiempos inferiores a la media hora.”
Lo que el gobierno olvida contar es que
existen 14 paradas entre Guadalajara y Atocha con una duración prevista de
viaje de entre 56 y 59 minutos; si lo que queremos es ir a Chamartín, pasamos a
tener que soportar 17 paradas y una duración prevista de entre una hora y once
minutos a una hora y trece minutos. No olvidemos que la nueva estación de El
Soto en Torrejón de Ardoz hará que, en pocas fechas, tengamos 15 estaciones
entre Guadalajara y Atocha y 18 entre Guadalajara y Chamartín, aumentando el
tiempo de viaje, a ojo, en dos o tres minutos más. Por otro lado, a nadie se le
escapa que estos tiempos de trayecto son pura ficción; quien haya utilizado
frecuentemente Cercanías sabe que la puntualidad es inexistente. Quizá el
trayecto más fiel sea el de Guadalajara a Atocha, pero no el de Guadalajara a
Chamartín y, por supuesto, nunca los de vuelta, cuando siempre hay algún motivo
por el que pararse a la altura del barrio de los Manantiales durante unos
cinco minutos.
Si nos vamos a los Civis, el servicio no
mejora. El viaje dura unos supuestos 40 minutos en sentido Chamartín y entre 45
y 48 en sentido Guadalajara. En mis años de uso, que fueron muchos, no creo que
se respetasen los tiempos ni un 10% de las veces. Pero no solo son los tiempos,
vamos más allá: servicios que cambian de andén de salida en Chamartín un minuto
antes de la hora de salida un día sí y otro también; servicios que se suprimen
con los usuarios habituales esperando ya hace rato en el andén; servicios que se eliminan
meses completos en verano, o semana santa, navidad e incluso puentes,
porque, según Renfe, los trabajadores tienen aproximadamente tres meses de
vacaciones al año; servicios que se cancelan por cualquier motivo, por
peregrino que sea; e incluso olvidos de los maquinistas de las estaciones en las que
deben parar (he llegado a ver cómo se olvidaban de parar en una estación y volver
marcha atrás o cómo paraban en otra en la que no debían hacerlo); Civis
que, en Alcalá, alcanzan a un servicio normal y, en vez de adelantarlo, esperan
a que este tren salga, con lo cual debe seguir detrás de él con la
consecuente espera a que el otro tren haga todas las paradas puesto que desde
Alcalá solo hay doble vía y no se puede adelantar; o hacer el viaje con trenes de una
sola planta que se quedan pequeños donde no caben todos los usuarios en vez de
los S-450 y 451 de dos plantas, y etc, etc, etc; y no crean que estoy
exagerando: vayan, vayan a twitter y en el buscador tecleen simplemente “civis
Guadalajara”, verán la de aventuras que cuentan los usuarios de Civis, incluso existen varios perfiles que recopilan y denuncian estos
problemas en el servicio: https://twitter.com/civisguada o https://twitter.com/civisalcala
Respecto a los servicios de Media
Distancia, se refieren a los trenes que van a Arcos de Jalón, este no lo he
utilizado nunca hacia Madrid, pero por ahí podréis encontrar también quejas.
¿Con esto quiero buscar excusas que me
lleven a decir que el AVANT entre Guadalajara y Madrid debe sustituir a los Cercanías, Civis o MD? Por supuesto que no, nunca, lo que quiero decir es que las razones
que dan desde el gobierno para no implantarlo simplemente no sirven puesto que
son servicios que no funcionan correctamente. El servicio de Cercanías es el que, con muchísima diferencia, más usuarios tiene y debería recibir mayor y mejor atención por parte de las administraciones.
Volvamos al tema del artículo: las
lanzaderas entre Guadalajara y Madrid; no creo que esta nueva negativa a
implantar el servicio haya sorprendido a nadie, ni a unos ni a otros, sobre
todo porque cuando los unos lo reclamaban (siempre desde fuera del gobierno)
los otros lo negaban, hasta que, elecciones mediante, los unos se convertían en
los otros y los otros en los unos, y los que antes reclamaban, después negaban,
y los que antes negaban, después reclamaban, ese es el nivel. Solo desde el
grupo político local de Yebes, 40 Compromisos, (e incluso desde antes de
convertirse en grupo político), la postura ha sido siempre la misma: la
necesidad de implantar esas lanzaderas partiendo de la base de que quienes
compraron una vivienda en Valdeluz, puede que lo hicieran con la idea de que
allí habría lanzaderas a Madrid, no por nada, simplemente porque así se lo
vendieron.
No conozco la disponibilidad de trenes en
Adif, pero suponiendo que sí los hubiese, no parece muy lógico que la única
política sea la de negar por negar un servicio. Las vías están hechas y la
estación también, si los trenes se tienen, ¿tan complicado sería implantar el
servicio a modo de prueba durante unos meses? Los servicios puntuales o estacionales se crean y desparecen continuamente, bien porque no encuentran
viajeros, bien porque dependen de temporadas de vacaciones, etc, ¿por qué no
darle la oportunidad a este servicio igual que se ha hecho en otras zonas? O ¿por
qué no probar nuevos servicios AVANT más extensos con Madrid como nodo
principal, como un Valladolid-Segovia-Madrid-Guadalajara cuando el nuevo túnel
entre Atocha y Chamartín esté acabado, (va con retraso), o un
Toledo-Madrid-Guadalajara (si el salto de vías lo permite en Atocha y no importa el
cambio de sentido de circulación a los viajeros)?. Pero pongamos que no, que no
hay manera, que no se quiere movilizar trenes, que no se quiere tener
pendientes más maquinistas, que no se quiere, incluso, tener que estar a
mantener un andén más en la estación de Guadalajara, entonces ¿por qué no aplicar
un poco de imaginación?, ¿por qué no mostrar un mínimo de voluntad para
resolver un problema? Ahora mismo existen 9 trenes diarios entre AVE y Alvia
que unen Guadalajara con Madrid desde las 8:13 de la mañana a las 22:43 de la
noche ida, y las 7:30 y 21:30 vuelta (los horarios AVE cambian continuamente, antes no había trenes que te dejaran pronto en Barcelona, ahora no tienes ningún tren para volver a Guadalajara desde Barcelona de medio día hasta la noche). Ahora mismo, si utilizáramos la tarifa mesa
(aquella en la que tienes que comprar los 4 billetes de los asientos con mesa)
podrías estar en Atocha en 25 minutos por 6,90€ (recordemos que el billete
normal de Cercanías cuesta 5,50€, que cada uno eche cuentas si le
renta pagar 1,40€ más y tardar 34 minutos menos), 25 minutos teóricos, en AVE siempre suele ser alguno menos. Lo difícil es dar con otras
tres personas que tengan la necesidad de viajar también contigo, pero esto no
debería ser un problema si, como se reclama, los usuarios principales son
aquellos que harían viajes diarios por motivos laborales, al final siempre
encontrarías a alguien con quien ponerte de acuerdo, y si no, simplemente es cuestión
de conocer el servicio que ofrecen varias páginas y aplicaciones existentes que
gestionan, a modo de un Bla Bla Car ferroviario, encontrar compañeros de viaje
con los que utilizar esa tarifa mesa.
En 2013
se suprimió el servicio AVANT entre Calatayud y Zaragoza y se aumentó el de AVE, manteniendo, eso sí, los precios que tenía el servicio AVANT,
¿por qué no utilizar esas 9 frecuencias entre Guadalajara y Madrid que ya
existen para hacer una prueba de ocupación del servicio con los precios y
abonos propios de un AVANT? Se daría un servicio similar al de las lanzaderas pero a coste 0 para la operadora. ¿Cuál es la ocupación media de los trenes entre
Barcelona y Madrid que paran en Guadalajara? Dudo mucho que vayan siempre al
100% (a Renfe le podría suponer un problema que se ocupase un número importante de asientos para este pequeño trayecto que no permitiesen a otros usuarios ocupar el tren durante todo el recorrido que, sobre todo, pagarían un billete más caro), pero para eso ya están los servicios directos entre las dos grandes ciudades, por tanto, ¿no
serían estos posibles usuarios un buen complemento para mejorar, aunque sea
mínimamente, las cuentas de esta línea? (deficitaria, como todas las líneas de
Alta Velocidad) ¿por qué renunciar a estos potenciales usuarios?
Incluso podemos ir a más: hace ya algunos
años desde Renfe se puso en marcha una encuesta en la que se preguntaba un
buen número de cuestiones sobre el uso de sus líneas AVE y también sobre varias
propuestas, dentro de ellas, había una que me llamó la atención porque creo que
sería útil para el caso que nos ocupa: se planteaba la opción de viajar de pie por un precio menor. A mí, que he viajado mucho en
Cercanías, que he tenido que hacer trayectos de hasta hora y cuarto de pie, que
me digan que voy a estar en Atocha en 25 minutos a un precio razonable, aunque sea yendo de pie, no me parece mala idea. De aquella propuesta nada más se
supo.
Son propuestas que se pueden
implantar, que no supondrían más costes y que darían el servicio que se reclama, que se supone que es de lo que se trata; algo
mal se estará haciendo cuando el servicio de Alta Velocidad español es el
segundo con más kilómetros del mundo, y, sin embargo, el que menos se utiliza.
No obstante, los problemas de la estación
de Alta Velocidad de Guadalajara van mucho más allá de las lanzaderas. Desde su
nacimiento la cosa vino torcida; es conocida la historia que cuenta que la
estación de Guadalajara fue a caer donde ha caído debido a que la familia de
Esperanza Aguirre tenía allí terrenos, aunque dicho asunto sea, según cuentan
otros, desmentible, y expliquen que el itinerario de la línea de alta velocidad
entre Madrid y Barcelona por el alto de la Alcarria y no por la vega del
Henares viene del último gobierno de Felipe González, y no de uno del PP.
Esta cuestión, asociada al pelotazo
urbanístico de Ciudad Valdeluz y a la distancia que separa la estación de la
ciudad, ha generado una actitud de desapego en la ciudad hacia la estación y
hacia el propio servicio. Que la estación esté a unos 8,5 km del centro de
Guadalajara no es la mejor localización, eso es indudable, y que la falta de
lanzaderas ha aumentado su pérdida de atractivo, también; pero me pregunto si
en Tarragona la gente ha dado la espalda a su AVE por tener la estación a más
de 12 kilómetros, o en Reus han decidido negar su existencia por tenerla a más
de 18. No hay que olvidar que Segovia o Cuenca la tienen también a 5 kilómetros
del centro de su ciudad o que estas cuestiones de distancia, en el fondo, son relativas, no
son pocos los habitantes de Madrid capital que tienen Puerta de Atocha a más
distancia que los arriacenses Guadalajara-Yebes. De todas maneras, incluso la propia localización dentro de su
entorno, a mi modo de ver, no es la mejor, es una pena que no se aprovechase la
oportunidad de, al menos, haber integrado la estación en lo que iba a ser Ciudad
Valdeluz, haber logrado una estación urbana, permitir que, por lo menos, los
habitantes de Ciudad Valdeluz pudieran acudir a la estación a pie y que hubiera
facilitado que el transporte público entre Valdeluz y Guadalajara pudiera pasar
por la estación sin grandes desvíos.
Una vez aceptamos (no queda otra) que la
estación está donde está, lo que hay que plantearse es si queremos que muera
sin más, o, por el contrario, queremos aprovecharla. No es difícil encontrar quien te justifique que a Guadalajara “no se debería haber traído el AVE”,
pero es que a Guadalajara no se trajo el AVE, el AVE pasaba por aquí, lo
absurdo habría sido construir una línea de Alta Velocidad exclusivamente para Guadalajara,
pero no ha sido el caso, lo de construir líneas de AVE exclusivas para pequeñas
ciudades se ha hecho, sí, pero en otros lugares. Aquí se aprovechó que Guadalajara
tuvo la suerte o la desgracia de caer entre Madrid, Zaragoza y Barcelona, para
hacer una pequeña estación en una línea que iba a estar ahí de todas maneras,
una estación que costó entre 6 y 10 millones de euros (estoy hablando de
memoria); simplemente por comparar podemos apuntar que la estación propuesta
inicialmente para Ourense, ciudad de poco más de 100.000 habitantes, capital de
una provincia de 335.000 habitantes y con una dinámica poblacional regresiva,
tenía un presupuesto de 67 millones, que cada uno saque sus conclusiones. Lo de
Guadalajara, por mucho que se empeñen en artículos y programas de televisión,
no fue un derroche por construir la estación, lo es, en todo caso, por haberlo
hecho y no darle un servicio real.
Pero mientras que en otras ciudades las autoridades y la prensa local celebran nuevos destinos y dan cuenta de nuevos horarios, en Guadalajara esa
información es inexistente, ¿quién supo que en el verano de 2013 se podía ir en
AVE sin cambiar de tren a Alicante desde Guadalajara? ¿Quién sabe que, mañana
mismo, puedes ir a Córdoba o Sevilla sin cambiar de tren desde Guadalajara y
estar en la capital andaluza en 3 horas y 22 minutos? Hoy en día hay quien duda que se pueda ir a Barcelona desde Guadalajara. ¿Alguien se preocupa en el Ayuntamiento de Guadalajara de promocionar e informar de estos servicios? No
basta con acudir a congresos de Ciudades AVE, si ni siquiera la ciudad pertenece a la Red de Ciudades AVE ni participa de Avexperiencie, una iniciativa para promocionar las ciudades con estación de Alta Velocidad, donde sí están, por ejemplo, Calatayud o Villanueva de Córdoba, e incluso Talavera de la Reina o Alcázar de San Juan.
La estación del AVE de Guadalajara
necesita que se apueste por ella, necesita que se sepa que existe; medidas tan sencillas
como una correcta señalización en la A-2, donde en la señalética de la salida
del km 55, además de aparecer la información del Hospital, de Sacedón o de
Cuenca, debe aparecer la de la Estación LAV. Los horarios y destinos deberían
aparecer actualizados en la web del Ayuntamiento (con la web de Renfe creo que
todo el mundo ha tirado la toalla). Se debe volver a tener una línea de autobús
que comunique Guadalajara con la estación, (Cospedal la eliminó a principios de
legislatura, dijo que se estudiaría una opción mejor, pero el servicio nunca se
recuperó ni de esta ni de ninguna otra manera). ¿Podría existir una línea con
recorrido Horche-Valdeluz-Estación AVE-Guadalajara? Si este servicio no
convence, ¿por qué no buscar otras alternativas? La inacción no va a llevar a
nada y la falta de un medio de transporte público que conecte la estación con
la ciudad a la que se supone da servicio es, sin duda, el principal hándicap
que tiene.
La estación de Alta Velocidad de
Guadalajara debería ser la estación de Alta Velocidad del Corredor del Henares
ya que podría, perfectamente, sumar a los 250.000 potenciales usuarios de la
provincia, los otros 250.000 habitantes de la comarca de Alcalá de Henares,
donde una estación que te ofrece aparcamiento gratuito y que no te obliga a
desandar el camino hecho, podría ser la primera opción frente a Puerta de
Atocha si donde se quiere ir es hacia Barcelona (me consta que hay complutenses
que son usuarios de Guadalajara-Yebes). Y no olvidemos que la manera de adaptar un servicio como la alta velocidad al tamaño de una ciudad es a través de la frecuencia, no eliminando directamente el servicio.
Evidentemente, nuestra estación nunca va a ser una Atocha o una Sants, ni a nadie se le debería pasar por la cabeza que solo así merecería la pena, pero podría, en
definitiva, tener un número de usuarios aceptable y responder a la inversión
hecha a poco que las administraciones así lo quisieran, de momento parece que,
simplemente, no quieren.